QUIZ 1 (Fecha de presentación: 15 de noviembre de 2007)
Elija una de las siguientes preguntas e intente contestarla, en un escrito de menos de una página, desde su experiencia y/o desde alguna (s) posición (es) teórica (s) que conozca. Recuerde que este quiz también lo puede presentar de manera oral, con cita previa para una asesoría gramatical, en el aula 21-200.
En la Web: http://www.elcastellano.org/clepre.html, hay un texto con algunos argumentos desde los que se podrían pensar las siguientes preguntas problematizadoras.
1. El uso de los signos de puntuación es una discusión que parece interminable; algunos literatos -como Gabriel García Márquez- afirman que son innecesarios al igual que la ortografía; por el contrario, los gramáticos "ortodoxos" dicen que es imposible una escritura coherente sin un uso adecuado de dichos signos. Hay otros más "neutrales" que intermedian entre ambos extremos -como Daniel Cassany- quienes reconocen que las normas gramaticales sí son funcionales y útiles para la composición del texto escrito, pero que no tienen por qué ser el "centro" y lo más relevante en la escritura. ¿Usted con cuál de los tres puntos de vista está más de acuerdo, pensando en la escritura desde su formación profesional, y por qué?
2. Si desde que teóricamente aparecieron las teorías pragmáticas se habla que "lo importante no es tener ortografía, sino que los demás entiendan lo que dice un texto", por qué piensa usted que todavía en las instituciones educativas se sigue enseñando "normas" gramaticales estáticas de cómo se ha de escribir.
3. ¿Cuáles reglas gramaticales piensa usted que podrían abolirse y cuáles no? Argumente con varias razones y con ejemplos concretos, generados a partir de su experiencia académica.
4. ¿Por qué podría pensarse que afirmar lo siguiente es una falacia: "no es necesario aprender ortografía, porque para eso existen los correctores de los computadores"? O si no piensa que esa premisa es falaz argumente por qué.
5. ¿Cómo piensa usted que se podría aprender las reglas ortográficas? O ¿usted considera que dichas reglas no podrían aprenderse, sino adquirirse de manera inconsciente? Justifique su respuesta.
Nota: las anteriores son preguntas que implican más el ejercicio del pensamiento, en ellas no cuenta lo que denominan "suerte" y lo que podría darse en los cuestionarios de selección múltiple. Por lo tanto, se han planteado porque es importante que en Fundamentos de Investigación también se evalúe la argumentación de una manera más exhaustiva, en el segmento gramatical del curso.
QUIZ 2 (Fecha de presentación: 23 de noviembre de 2007)
TEMA: ALGUNAS CATEGORÍAS GRAMATICALES (PRONOMBRES, PREPOSICIONES, ADVERBIOS)
Nota: en este quiz se pretende evaluar en qué estado se encuentra el manejo de algunos conceptos gramaticales básicos, los cuales son relevantes para la escritura. La pregunta número 3 amerita justificación, ya que todas las opciones pueden ser válidas o inválidas según la manera cómo se argumenten, por eso cualquier opción que se elija debe ser sustentada, por tanto dicho cuestionamiento tiene el valor de la evaluación: falso o verdadero y no de selección unívoca como las demás. En este blog se publicarán las respuestas (cada una con su debida argumentación) cuando todos los estudiantes de Fundamentos de Investigación presenten este quiz.
1. Analícese el siguiente gazapo presidencial: “el crimen del gobernador Antonio Roldán Betancur es un crimen contra Colombia entera” (Virgilio Barco).
En el anterior enunciado hay un error por el uso inadecuado de una categoría gramatical, ya que da a entender que el crimen fue del gobernador y no en su contra, por tanto, el enunciado correcto es: “el crimen contra el gobernador Antonio Roldán Betancur es un crimen contra Colombia entera”. Diga cuál de las siguientes categorías gramaticales fue la que se usó incorrectamente:
- Conjunción
- Adverbio
- Preposición
- Pronombre.
2. Entre los trabajadores y estudiantes del SENA había una discusión idiomática en torno al eslogan de la institución; los primeros indicaban que se debía decir: “AQUÍ VINIMOS A TRABAJAR”; mientras que los segundos afirmaban que se debía enunciar “AQUÍ VENIMOS A TRABAJAR”. De las siguientes opciones cuál es la más adecuada:
a. Venimos es correcta y vinimos es incorrecta
b. Vinimos y venimos son igualmente adecuadas
c. Vinimos es adecuada, pero venimos no
d. Las dos son modismos e incorrectos por su agramaticalidad.
3. De los siguientes enunciados diga cuál (es) es (son) válido (s) y cuál (es) no, desde su opinión. En este punto no se evalúa x o y decisión, sino la manera cómo son argumentadas las elecciones de las preposiciones en una premisa u otra.
a. Los aspirantes viajaron en la noche para presentarse a la Universidad
b. Los aspirantes viajaron por la noche para presentarse a la Universidad
c. Los aspirantes viajaron en la noche a presentarse para la Universidad
d. Los aspirantes viajaron por la noche para presentarse en la Universidad.
4. “Sócrates enseñó sabiamente que: la duda es el principal camino para conocer”. La palabra “sabiamente” qué función gramatical cumple en la oración:
a. La función de adverbio
b. La función de adjetivo
c. La función de pronombre
d. La función de interjección.
5. “Así corran, les apuesto que los atraparé”. En esta frase la partícula “que” es:
a. Pronombre y conjunción
b. Adverbio y disyunción
c. Pronombre y preposición
d. Conjunción y cópula.
QUIZ 3 (Fecha de presentación: 10 de diciembre de 2007)
Lea atentamente el siguiente texto y luego señale las premisas que considere Falsas o Verdaderas, según las hipótesis planteadas en él.ALGUNAS REFLEXIONES TEÓRICAS SOBRE LA ESCRITURA
(Asesor Gramatical y Monitor de Fundamentos de Investigación)
Para escribir, de una manera aceptable académicamente, es de suma importancia la actitud, que es un estado de ánimo que presupone disciplina, disposición, e interés. El componente actitudinal es una condición indispensable para desarrollar aptitudes en la escritura, de las cuales subyace la calidad para redactar de una manera potencial e idónea. “El in-put comprensivo en la escritura y en la lectura depende del filtro afectivo” (Krashen). Esto significa que alguien para leer y escribir tiene que tener una actitud motivada, cuyo aporte se complemente con una capacidad racional, que le permita realizar una práctica lectoescritural coherente, cohesiva y adecuada al contexto.
Se puede pensar la escritura también como un proceso complejo, que no se reduce a un producto (escrito) terminado. De ahí que nunca se aprenda a escribir totalmente, puesto que “el acto de escribir es una operación del pensamiento” (R. D. Hurtado). Por eso la escritura no es una simple repetición de grafemas y de fonemas ni un ejercicio mecánico psicomotriz, sino que es más bien una de las mayores creaciones del intelecto, ya que “La escritura no se aprende, sólo se desarrolla y se adquiere” (Daniel Cassany). Esta tesis puede ser algo polémica, sin embargo es verosímil si se diferenciase “adquisición” de “aprendizaje”; la primera es un proceso inconsciente que se obtiene sin esfuerzo aparente como hablar una lengua materna; mientras que el segundo es un elemento conciente que realiza un individuo, quien sabe las reglas que aprende y aprehende, para corregir y controlar su manera de escribir (Cassany, Krashen, entre otros).
Ahora bien, si la escritura no se aprende es porque nunca se llega a un nivel de perfección, sólo se puede mejorar cada día con disciplina, lectura y escritura constante, esto permite que se desarrolle y se adquiera sin que nos demos cuenta de ello. “Para ser un escritor competente, antes hay que ser un lector experimentado” (Frank Smith). Por tal razón leer y escribir son operaciones paralelas, complementarias e interdependientes.
1. Un buen escritor es el que tiene letra legible, de hecho para escribir no es necesario borrar, sino repetir las letras en su debido orden y transcribir el flujo del pensamiento y sin equivocarse.
2. La escritura es un proceso cognitivo y de pensamiento, que se adquiere hasta la muerte.
3. Un texto se debe re-pensar y re-escribir varias veces para mejorarlo cada día, de ahí que la escritura pueda ser concebida como parte de un proceso complejo.
4. Los mejores escritores han sido inspirados por las musas, por eso escribir es muy fácil: es sólo cuestión de inspiración.
5. La lectura y la escritura son prácticas independientes y ninguna relación tienen.
6. Para saber escribir sólo basta con conocer las reglas gramaticales.
7. Sin motivación y sin actitud no es posible escribir competentemente, así exista la capacidad racional para hacerlo.
8. Un escritor competente es aquel que escribe un texto rápidamente, y cuya primera versión es la definitiva.
9. La escritura es producto no sólo de factores cognitivos, sino también de elementos emotivos y afectivos.
10. Las normas gramaticales son inútiles para escribir, ya que ellas son superficiales y no afectan el sentido de los textos.
*Nota: cuando se habla de "evaluación" ello no quiere decir "calificación", ya que -como ustedes saben- los quices gramaticales sólo tienen dos notas numéricas: 5. 0 (presentado) y 0. 0 (no presentado).
DIATRIBA PARA EL FANATISMO: REFLEXIÓN DESDE ALGUNOS CONCEPTOS FILOSÓFICOS1
INTRODUCCIÓN
En el único animal que se ha percibido rastros de fanatismo es en el ser humano. Un tigre puede tener ataques de ira y de rabia, pero no es por fanatismo, sino por instinto de supervivencia y por su naturaleza animal: un tigre nunca apuñalará o disparará a otro porque no comparte sus ideas o sus conceptos; por el contrario, algunos seres humanos sí lo han hecho. Al respecto, vale aclarar que en el presente escrito no se está juzgando como “bueno” o como “malo” el sujeto con actitudes “fanáticas”, sino que se mostrarán algunos rasgos de dicha actitud, con el fin de hacer un llamado para combatirla (independientemente de la sociedad o de la cultura en donde se presente). El fanatismo tiene diversas características, en la presente diatriba se expondrán seis de ellas.
1. EL MANIQUEÍSMO ES EL FUNDAMENTO DEL FANATISMO
El maniqueísmo es una doctrina creada por Zoroastro V siglos A de C. en ella todo se reduce a “bueno” o a “malo”; a “bello” o a “feo”; a “verdadero” o a “falso”; a “negro” y “blanco”. Esta doctrina no admite puntos neutros ni intermedios, por ende, en ella no existe
Vale la pena analizar cuatro casos en los que se podría ser fanático por estar sumergido en el maniqueísmo:
1.1 El caso del hincha fanático de fútbol: nunca acepta que su equipo pierde legalmente, el árbitro siempre le roba a su equipo, el equipo contrario siempre es el “malo” (al igual que quienes lo sigan). Siempre que ve a alguien con una prenda de un equipo contrario desea golpearlo, acuchillarlo, dispararle, asesinarlo. No es lógico reducir este tipo de actitudes sólo a ciertos “barras brava” suramericanos y a los hooligans ingleses u otros como los hinchas “ultra” europeos, sino que es importante apreciar la causa en el maniqueísmo del fanatismo.
1.2 El caso del religioso fanático se puede percibir no sólo en las cruzadas medievales, en las invasiones vikingas o en
1.3 El fanatismo político no está lejos del religioso, éste al igual que aquél ha generado guerras y destrucción. Una muestra de ello es el fanatismo político colombiano por el cual se han asesinado entre sí seguidores de conservadores y liberales, así como de otros partidos en los siglos XIX, XX y XXI.
1.3 El caso del fanático melómano: la actitud es de rechazo hacia personas que escuchen otra música. Al respecto, vale denunciar es aquella actitud que pasa a la acción, cuando alguien llega al punto de agredir físicamente a otra persona simplemente porque escucha otro tipo de música o porque cree que no merece hablar o escuchar su misma música; un ejemplo de este tipo de fanatismo se puede apreciar en “la escena del Metal” en la ciudad de Medellín, cuando se ha apuñalado personas por ponerse camisetas de grupos considerados canónicos como Mayhem o cuando se ha asesinado personas por el simple hecho de no compartir sus ideas y acciones agresivas, son personas que se escudan en un “satanismo” tergiversado o en un supuesto honor del metalero radical, para justificar sus crímenes, de ese mismo modo ha funcionado en otros géneros musicales (más que todo “juveniles”); el problema no es en sí la música, ni siquiera su ideología, sino el fanatismo maniqueísta que subyace del inconsciente colectivo como estructura que cambia de arquetipos. En este punto es relevante analizar en un próximo escrito cómo una afinidad por el arte se vuelve dogmática, merced al maniqueísmo del sujeto fanático.
2.
La Ética de la comunicación se da, por ejemplo, cuando se puede construir comunidad académica o un grupo social de estudio a través del debate argumentativo, en el cual no gana quien más grite ni aquel que utilice la fuerza física. Se puede debatir, discernir, criticar con argumentos verosímiles, refutar ideas, reformular conceptos, pero sin llegar al extremo de atacar a quienes las dicen, porque en términos de Ana Hoyos “comprender es considerar que hay otras percepciones y que ninguna perspectiva es la definitiva… Cuando la ciencia diga: ésta es la verdad, se nos acabó la ciencia”3. He ahí la importancia de analizar los conceptos según la cultura, la sociedad, la época, el paradigma epistémico y de intentar argumentarlos con ideas sólidas y no con insultos a quienes nos interpelen o a quienes plantean hipótesis que contradicen las nuestras.
Es relevante, por tanto, saber cuándo un debate se realiza por competir o para aprender del interlocutor. Lo importante allí es buscar el equilibrio, la neutralidad como dice Ana Hoyos, eso es lo admirable de varias corrientes del pensamiento oriental como el budismo y el taoísmo, en donde los contrarios en vez de destruirse se complementan. De ahí que lo más cercano a ello de Occidente es una filosofía dialéctica y no dicotómica, cuya base sea la discusión, la conversación y el diálogo más que la disputa y el conflicto intersubjetivo, lo que interesa es la fuerza de los argumentos, ya que cuando se acaban éstos comienza a imperar muchas veces la fuerza física.
3. EL FANATISMO NO SE BASA EN
Si el fanático reconociera el papel de la fuerza de los argumentos no tendría que utilizar la fuerza física. ¿Cómo se puede adquirir una conciencia de la relevancia de la fuerza de los argumentos? Toda persona que reflexiona con argumentos lógicos, salvo algunas excepciones: logra ser una ex fanática. Para ello es importante que reconozca los siguientes elementos superestructurales:
3.1
Ahora bien, ¿cómo se plantea una tesis? Para ello se podría tener en cuenta lo siguiente: a. Si la tesis se plantea en la introducción del texto: el razonamiento aplicado es el deductivo, esto implica que haya un desarrollo, en el cual se diga por qué se está en acuerdo, en desacuerdo o en qué puntos se confluye o no con el autor. b. Si la tesis se propone al final: es un razonamiento inductivo, el cual es propio del "método científico" en el que se parte de preguntas y de casos, de ellos se extraen conclusiones a través de observaciones empíricas y finalmente se llega a la tesis: que en la ciencia moderna sería una ley universal (como la ley de la gravedad, por ejemplo). c. Si la tesis se plantea en la mitad: el razonamiento es abductivo, ello presupone que se parta de una conclusión, que de ella se desarrolle una regla general, la cual en última instancia conduzca a un caso u objeto de estudio. Este método es el de los detectives, el de los celosos y el de los cazadores; los tres buscan indicios con los que generan conjeturas e hipótesis intuitivas, las cuales les permiten desarrollar sus problemáticas o generar nuevas.
3.2 LOS ARGUMENTOS: ellos son la base de las tesis. ¿Cómo se construyen los argumentos? Lo primero es leer y re-leer sobre un tema, problema y texto. Después es pertinente COMPARAR con otros textos y autores que trabajen el mismo tema. Por ejemplo, en el texto "Fanegas y Diamantes" también hay una tesis y una problemática, la cual es: ¿hasta qué punto la usura puede conducir a la perdición? Esto le ocurrió al señor Alí Hafet, quien por avaro no sólo perdió sus riquezas, sino que autodestruyó su existencia. Respecto a este texto literario se podría plantear la siguiente tesis: "la avaricia nos hace enceguecer y nos hace perder aquello que tenemos, sin haberlo valorado". Ella se puede argumentar diciendo ¿por qué y cómo el avaro no sabe lo que tiene hasta que lo pierde? Entre más y mejores argumentos hayan: una tesis es más difícil de refutar.
3.3 LAS CONCLUSIONES: para lograr concluir es indispensable analizar y sintetizar; se analiza cuando se desmenuza, cuando un concepto se mira desde diversos puntos de vista; una muestra de ello es el concepto de "avaricia", el cual se podría pensar de diferentes maneras. Por ejemplo, no cree lo mismo en torno a la usura un economista capitalista que un obrero. La mejor forma de concluir es comparar y unificar opuestos, por ello la tesis no tiene que ser necesariamente una defensa o un ataque de la avaricia, puede ser también un equilibrio como en el siguiente problema: ¿cuándo conviene ser ambicioso y cuándo no y por qué? No obstante, la fuerza de los argumentos no funciona cuando falta una ética de la comunicación.
Por todo lo dicho, se puede apreciar que tanto las tesis como los argumentos y las conclusiones son mecanismos para sostener líneas de sentido de una manera lógica. Esta fuerza argumentativa no es física, sino lógica porque gana quien tiene más y mejores argumentos y no quien tenga más poder, jerarquía, armas de fuego, armas blancas. Si bien el discurso estético es connotativo y algo subjetivo; por otra parte, la crítica literaria está basada en argumentos lógicos que se tienen que sostener desde la fuerza ilocutiva, perlocutiva y argumentativa, y no con opiniones caprichosas sin argumentación.
4. EL FANATISMO CONTIENE UN ABSOLUTISMO PERNICIOSO
En las disertaciones sobre el concepto de “verdad” en la sociedad actual se puede encontrar otro problema, que se puede pensar desde una Filosofía Crítica: ¿cuál es la verdad en la interpretación de los fenómenos cognoscibles? En este sentido, el diálogo es el que permite que la conversación sea una interacción hermenéutica y no una discusión maniquea en la que se ataca a las personas y no a las ideas. Este "atacar" a las ideas no es más que contra-argumentar cuando se posean los argumentos sólidos para hacerlo y de ningún modo puede convertirse en un alegato o en una gritería que sea una disputa ciega por imponer cada uno su punto de vista, así sea por la fuerza (como se argumentó en el numeral anterior).
En síntesis, lo que se propone es una ética de la comunicación en la cual siempre triunfe la fuerza de los argumentos y la lógica de las ideas verosímiles sobre el fanatismo, porque lo que se llama "verdad" es una "aletheía", es decir, es una construcción intersubjetiva en la que -como decían los antiguos pensadores griegos- se des-cubren cosas nuevas. Aquí halla su lugar la duda metódica que ha sido el fundamento de diversas maneras de pensar y de diferentes modos de conocer. Ha sido una de las causas y de los efectos por los cuales el ser humano ha inventado
5. EN EL FANATISMO NUNCA SE DUDA METÓDICAMENTE
Quien duda es aquel que sospecha de conceptos y preconceptos que se creen absolutos, sobre los cuales la mayoría creen que son “verdaderos”, esta masa cree que son omnipotentes, universales, inmutables e irrefutables, es decir, que tienen esencia y, por tanto, no son dinámicos, sino dogmáticos y estáticos. Un pensamiento de la sospecha ofrece una distinción entre los contrarios y la contrariedad, en otras palabras, vislumbra la diversidad que hay entre los imaginarios socioculturales y entre las incongruencias de sus “lógicas”. El fanático duda sólo de lo que puede contradecir su dogma, nunca su duda es metódica.
Un maestro de la sospecha duda4 de los valores que se muestran como indeterminados e incuestionados. Sospecha de las prescripciones morales ahistóricas, generalizables y etnocéntricas. Este maestro duda sobre la premisa que afirma valores universales. Ser maestro de la sospecha es cuestionar lo que se cree sabido, es ponerle límites a los conceptos, a las ideologías, a los sistemas, a las creencias, a los imaginarios colectivos... Ser maestro de la duda es intentar denominar cómo son las cosas y no cómo deberían ser, o sea, es tratar de escapar de utopías, distopías, heterotopías, teleologías, metafísicas, moralismos...
Para ser maestro de la sospecha no hay que jugar al sabio, no hay que predicar las teorías de la ignorancia ni las del conocimiento en sí, no hay que ser modesto ni petulante, no hay que repetir todo lo que dicen los demás en los libros y en las conversaciones, ni creerse original, no hay que confundir los opuestos con las contradicciones lógicas, sino pensar. ¿Qué es pensar? El maestro de la duda sabe que el pensamiento va más allá del razonamiento, pues para razonar basta deducir, abducir, sintetizar, analizar e inducir; en cambio para pensar hay que realizar lo anterior y mucho más, hay que crear sentidos, hay que pensar desde el afuera, hay que ver lo que el común no percibe, hay que salirse del inconsciente colectivo si se puede y formular ideas nuevas, extrañas e innovadoras, porque pensar es dudar, crear y volverse a preguntar.
Descartes, en su primera Meditación, expone las razones por las cuales se puede dudar en general de todas las cosas, y en particular de las cosas materiales, al menos mientras no se tenga otros fundamentos de las ciencias que los que se han tenido hasta el presente. La duda en Descartes no solamente es una consecuencia de la primera regla del método cartesiano, sino que también tiene vigencia en el tiempo y gracias al poder de su abstracción logra que se construyan nuevos conocimientos que superen algunos prejuicios empíricos y dogmáticos. Según Descartes, la duda “nos libera de toda suerte de prejuicios, y nos prepara un camino muy fácil para acostumbrar a nuestro espíritu a separarse de los sentidos, y, en definitiva, por cuanto hace que ya no podamos tener duda alguna respecto de aquello que más adelante descubramos como verdadero”5. En este sentido, la duda para René Descartes es un método para llegar al conocimiento verdadero. Este método cartesiano, Descartes lo retoma de los geómetras, a saber: “dejar sentadas de antemano todas las cosas de las que depende la proposición que se busca, antes de obtener conclusión alguna”6.
Lo anterior evitaría que en la construcción del conocimiento se cayera en falacias y en conclusiones precoces (como diría Michel Foucault). Para Descartes, además, “las cosas que concebimos clara y distintamente como substancias diferentes Casi el espíritu y el cuerpo son en efecto substancias diversas y realmente distintas entre sí: en virtud de que no concebimos cuerpo alguno que no sea divisible, en tanto que el espíritu, o el alma del hombre, no puede concebirse más que como indivisible; pues, en efecto, no podemos formar el concepto de la mitad de un alma, como hacemos con un cuerpo, por pequeño que sea; de manera que no sólo reconocemos que sus naturalezas son diversas, sino en cierto modo contrarias”7.
La duda de Descartes, por tanto, es metódica, por consiguiente es diferente de la duda del escepticismo filosófico y es totalmente diferente de la duda en el fanatismo, ya que en el sentido de este filósofo francés: quien duda es aquel que sospecha de conceptos y preconceptos que se creen absolutos sin una evidencia racional y sólo basándose en la práctica. Para la construcción del conocimiento científico Descartes propone que hay que salirse del sentido común, para así formular ideas nuevas, más racionales. De ahí que el método cartesiano invite a concebir la idea de que pensar es dudar, crear y volverse a preguntar, esto acercaría el conocimiento que se produzca a algunas concepciones más universales por su jerarquía racional. Finalmente, en el pensamiento de Descartes “la duda se debe aplicar a los fundamentos de las creencias más que a las creencias mismas”8, ya que el fanatismo se vuelve pernicioso cuando conduce a acciones violentas y no cuando se predica una doctrina maniquea (sin ser argumentada). Esto le da a la duda metódica su fuerza teórica y epistemológica, ya que se sostiene en elementos formales que probablemente van más allá de la diversidad de contenidos y de creencias subjetivas.
6. EN EL FANATISMO NO EXISTE
En un segmento de la novela filosófica: “El mundo de Sofía” le dicen a la niña de 15 años que “lo único que necesitamos para ser filósofos es la capacidad de asombro”. Este principio también es análogo y aplicable para la valoración lógica, ética y estética de la obra literaria, en este sentido, la duda metódica sobre las diferentes concepciones de la verdad (o de las diversas verdades como dicen varios epistemólogos) así como la aplicación de conceptos como la fuerza de los argumentos y la ética de la comunicación permiten que las personas no sólo disfruten la belleza poética o la fuerza ilocutiva de las obras, sino también que sientan con ellas un goce estético (alejado del fanatismo) que vaya más allá de la sensibilidad poética ante “lo bello”, ya que “lo feo” también puede dar placer (por ejemplo en lecturas escatológicas como el poema a la caca, los refranes del pedo, las odas a otros excrementos, la literatura erótica al estilo del Marqués de Sade). Todo lo anterior, se puede guiar filosóficamente desde una consolidación de la capacidad de asombro, la cual puede contribuir de una manera pertinente al desarrollo de la creatividad en las personas para la formulación de hipótesis, de ideas nuevas y de prácticas distintas en torno a su relación con el conocimiento, logrando de ese modo las tres funciones de la educación: la instructiva, la formativa y la desarrollista, cuya base es alejar a los sujetos de dogmas fanáticos que afectan la convivencia.
CONCLUSIÓN
El fanatismo se produce por el manejo inadecuado e irracional del maniqueísmo, se genera por la falta de argumentos lógicos, por ignorar las éticas de la comunicación, por creer que hay “una verdad absoluta” y que se debe eliminar cualquier duda o persona que obstaculice su hegemonía. En última instancia, el fanatismo es la falta de capacidad de asombro, es creer que alguien y algo se las saben todas, es negar la apertura del pensamiento, es cerrarse a caprichos absolutistas y dogmáticos y “solucionar” las diferencias desde los golpes, las armas, las bombas; Por el contrario, la lógica dialéctica,
1 Escrito por Wilmer Alberto Zuleta López: wilmeralbertomeister@gmail.com, el 25 de julio de 2007.
2 La palabra crítica viene de la voz griega examinar, de ella se deriva la posición teórica denominada criticismo en la cual hay confianza en la razón y se piensa que es plausible llegar a la construcción de conocimiento y a una verdad; contrario al escepticismo en el que se considera que las construcciones cognoscitivas no dejan de ser subjetivas o relativas a un contexto determinado. Ahora bien, ¿qué es
La palabra dialéctica viene de la voz latina dialectica, la cual a su vez procede del griego dialektikh, terminación f. de –koV (http://presencias.net/indpdm.html?http://presencias.net/educar/ht1040h.html). Para los antiguos griegos hubo diversas artes de la discusión como la erística, la oratoria, la retórica, la mayéutica, y la dialéctica, esta última se usó al principio como un adjetivo, pero en la historia de la filosofía occidental se fue convirtiendo no sólo en un concepto, sino básicamente en un método de razonamiento que pretende ir más allá de la lógica formal aristotélica. En Heráclito de Efeso se halla el primer postulado dialéctico con el principio en el que los contrarios tienden a unirse por el devenir del movimiento, pero es en Platón en quien la dialéctica se constituye en la cualidad adecuada del auténtico pensador (del filósofo para ese entonces: quien intenta alcanzar “la verdad” a través de un diálogo (tal y como hacía Sócrates): “La dialéctica se opone entonces, a la erística: técnica orientada a hacer triunfar una tesis independientemente de su verdad. La dialéctica era para Platón el método filosófico supremo, el modo de las ciencias, y había de ser el estadio final de la educación formal del rey-filósofo. El diálogo permite contraponer argumentaciones aparentemente opuestas y frecuentemente complementarias, para posibilitar un ascenso a la verdad mediante la explicación de tales argumentaciones”. Ibíd., por el contrario, Aristóteles pensaba que la dialéctica no conducía a la verdad, sino a una verdad parcial (el entimema) que no es universal como las producidas por el silogismo lógico, sino que es algo que no pasa de lo verosímil y de lo probable. Esta tesis se puede apreciar no sólo En el tratado de retórica de Aristóteles hay algunos elementos útiles para cualquier escritor. Obviamente estas estrategias y técnicas discursivas varían según el contexto en el que se utilicen, no obstante, hay ciertas reglas aristotélicas que son generalizables para cualquier composición. Este filósofo griego dice que hay un discurso para cada tiempo para el pasado: el judicial, para el presente: el demostrativo, para el futuro: el deliberativo. Esta distinción posibilita vislumbrar que en la concepción aristotélica la retórica es un elemento de la dialéctica: ambas se asemejan en que no llegan a una verdad universal; mientras que la lógica va por otro lado, puesto que merced a evitar la ley de la contradicción sus postulados pueden llegar a lo absoluto.
3 Ana Julia Hoyos G. La comprensión como fenómeno social. En: Revista Universidad de Medellín, p. 109.
4 El concepto “Maestro de la sospecha” es retomado de las filosofías de Michel Foucault y de Paul Ricoeur, quienes denominan a Nietzsche, Marx y Freud: los tres maestros de la sospecha de la modernidad occidental; el primero que enseñó a sospechar del cristianismo en todos sus ámbitos; el segundo del capitalismo y el tercero de las concepciones judeocristianas de la sexualidad.
5 René Descartes. “Meditaciones acerca de la filosofía primera, en las cuales se demuestra la existencia de Dios, así como la distinción real entre el alma y el cuerpo del hombre”. En: Librodot.com, p. 1.
6 Ibíd., p. 2.
7 Ibíd., p. 3-4.
8 Ibíd., p. 6.